El estudio "Daily energy expenditure through the human life course" publicado en Science explora cómo varía el gasto energético diario a lo largo de la vida.
El análisis se basa en datos de gasto energético total medidos mediante el método del agua doblemente etiquetada para individuos de 8 días a 95 años.
1. Fase Neonatal y Primera Infancia
Desde el nacimiento hasta el primer año de vida, los bebés experimentan un rápido incremento en su gasto energético ajustado por masa libre de grasa.
Alrededor del primer año, este gasto alcanza aproximadamente un 50% más que los valores típicos en adultos. Este hallazgo subraya la intensa actividad metabólica y el rápido crecimiento durante los primeros meses de vida.
2. Infancia y Adolescencia
Después del primer año, el gasto energético comienza a disminuir gradualmente. Este declive continúa hasta la edad adulta joven, alrededor de los 20 años.
Este período coincide con el desarrollo y la maduración del cuerpo, donde la energía se utiliza eficientemente para sostener el crecimiento y el desarrollo.
3. Edad Adulta
Durante la edad adulta, desde los 20 hasta los 60 años, el gasto energético se mantiene notablemente estable.
Este hallazgo sugiere que, a pesar de las diferencias en estilos de vida y niveles de actividad física, el cuerpo humano mantiene un gasto energético relativamente constante durante estas décadas productivas de la vida.
4. Vejez
A partir de los 60 años, el estudio muestra una disminución progresiva en el gasto energético.
Este descenso puede estar relacionado con la pérdida de masa muscular y cambios en la composición corporal, así como una posible reducción en los niveles de actividad física en la vejez
Curiosamente, el estudio también reveló que no hay diferencias significativas en los ritmos metabólicos entre hombres y mujeres al ajustar por tamaño corporal y masa muscular.
Este hallazgo desafía la creencia comúnmente aceptada de que los hombres tienen un metabolismo más rápido que las mujeres. En cambio, sugiere que factores distintos al género, como la composición corporal y la salud en general, desempeñan un papel más importante en la determinación de los ritmos metabólicos.
Si bien la pérdida de masa muscular con la edad contribuye a la disminución del metabolismo, no explica completamente el fenómeno.
Los investigadores proponen que es la disminución de la actividad celular con el tiempo la que principalmente explica la desaceleración metabólica.
Esta disminución celular afecta el gasto energético general del cuerpo, lo que lleva a una disminución en el ritmo metabólico.
El estudio es significativo porque proporciona una comprensión detallada de cómo el cuerpo humano utiliza la energía a lo largo de la vida. Estos conocimientos son cruciales para varias áreas:
Sí, participar en actividad física regular, incluyendo ejercicios cardiovasculares y entrenamiento de fuerza, puede aumentar tu metabolismo. El ejercicio ayuda a construir y mantener la masa muscular, lo que a su vez aumenta tu tasa metabólica basal (TMB). Además, la quema de calorías duranteel ejercicio contribuye a un mayor gasto energético total.
Sí, la falta de sueño puede afectar negativamente el metabolismo. La falta de sueño se ha asociado con cambios en las hormonas que regulan el apetito, lo que puede llevar a un aumento en la ingesta de alimentos y un desequilibrio en el equilibrio energético. Además, la falta de sueño puede disminuir la capacidad del cuerpo para procesar adecuadamente los carbohidratos, lo que puede afectar el metabolismo de la glucosa.
Sí, la edad puede afectar el metabolismo. A medida que envejecemos, la masa muscular tiende a disminuir y la actividad celular se ralentiza, lo que puede resultar en una disminución del metabolismo. Sin embargo, mantener un estilo de vida activo y saludable, que incluya ejercicio regular y una dieta equilibrada, puede ayudar a mitigar los efectos del envejecimiento en el metabolismo.
Sí, la alimentación puede influir en el metabolismo. Algunos alimentos, como aquellos ricos en proteínas, pueden aumentar el gasto energético debido al efecto térmico de los alimentos. Además, una dieta equilibrada y nutritiva puede ayudar a mantener un metabolismo saludable. Por otro lado, una ingesta excesiva de alimentos ricos en grasas y azúcares puede contribuir al aumento de peso y afectar negativamente el metabolismo.
El metabolismo humano es un proceso fascinante y complejo que experimenta cambios a lo largo de la vida de una persona.
Desde la rápida quema de calorías en la infancia hasta la desaceleración gradual en la adultez y el declive en los años mayores, el metabolismo juega un papel crucial en nuestra salud y bienestar.
Es importante tener en cuenta que el metabolismo está influenciado por una variedad de factores, como la edad, el género, la genética, el estilo de vida y la alimentación.
Al comprender mejor el metabolismo y cómo afecta a nuestro cuerpo, podemos tomar decisiones informadas para mantener un metabolismo saludable y promover una vida activa y equilibrada.
¡Así que aprovecha esta información y comienza a cuidar de tu metabolismo hoy mismo!
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