Hidratación adecuada

Al ejercitarte estás constantemente llevando tu cuerpo al límite. Ya sea que seas un atleta profesional o un guerrero de fin de semana, una cosa es segura: una hidratación adecuada es esencial para un rendimiento óptimo.

En esta guía completa, exploraremos la importancia de la hidratación para los atletas y proporcionaremos consejos basados en evidencia para ayudarte a mantenerte hidratado y rendir al máximo.

Retrasa la fatiga y mejora la resistencia

Uno de los principales beneficios de una hidratación adecuada es su capacidad para retrasar la fatiga y mejorar la resistencia.

Cuando estás bien hidratado, tu cuerpo puede transportar eficientemente oxígeno a tus músculos, permitiéndoles trabajar más duro y durante períodos más largos de tiempo.

Esto significa que puedes correr esa milla extra, nadar esa vuelta adicional o superar ese entrenamiento intenso sin sentirte agotado.

Reduce los calambres musculares

Los calambres musculares pueden ser una ocurrencia común durante la actividad física intensa, y pueden ser increíblemente dolorosos y debilitantes. Sin embargo, mantener una hidratación adecuada puede ayudar a reducir la frecuencia y la gravedad de los calambres musculares.

La deshidratación puede provocar un desequilibrio de electrolitos en tu cuerpo, lo que puede causar calambres musculares.

Al mantener una hidratación adecuada, puedes asegurarte de que tus niveles de electrolitos estén equilibrados, reduciendo el riesgo de calambres.

Evita los trastornos gastrointestinales (GI)

Los trastornos gastrointestinales, como los calambres estomacales, las náuseas y la diarrea, pueden afectar significativamente tu rendimiento atlético. La deshidratación puede exacerbar estos síntomas y empeorarlos aún más.

Al mantenerse hidratado, puedes ayudar a prevenir los trastornos gastrointestinales y asegurarte de que tu sistema digestivo funcione de manera óptima durante el ejercicio.

¿Cuánto debes beber?

La cantidad de líquido que debes consumir depende de varios factores, como tu peso corporal, nivel de actividad y condiciones ambientales.

Una guía general es beber al menos 8 vasos (64 onzas) de agua al día. Sin embargo, durante el ejercicio intenso, es posible que debas aumentar tu ingesta de líquidos para compensar el líquido perdido a través del sudor.

Una buena regla general es beber 16-20 onzas adicionales de agua por cada libra de peso corporal perdida durante el ejercicio.

Hidratación antes del ejercicio

La hidratación previa al ejercicio es crucial para un rendimiento óptimo. Intenta beber 16-20 onzas de agua o una bebida deportiva de 2 a 3 horas antes de tu entrenamiento o competencia.

Esto asegurará que tu cuerpo esté adecuadamente hidratado y listo para rendir al máximo.

Hidratación durante el ejercicio

Durante el ejercicio, es importante reemplazar los líquidos y electrolitos perdidos a través del sudor. Intenta beber de 7 a 10 onzas de líquido cada 10-20 minutos durante tu entrenamiento.

Si estás realizando ejercicio prolongado o intenso que dura más de una hora, considera consumir una bebida deportiva que contenga electrolitos para reponer lo que has perdido.

Hidratación después del ejercicio

La rehidratación después del ejercicio es tan importante como la hidratación previa al ejercicio. Intenta beber de 20 a 24 onzas de líquido por cada libra de peso corporal perdida durante el ejercicio.

Esto ayudará a restaurar el equilibrio de líquidos en tu cuerpo y ayudará en la recuperación.

Monitoreo de los niveles de hidratación

Una forma simple y efectiva de monitorear tus niveles de hidratación es observar el color de tu orina. Quieres una linda limonada en lugar de una naranjada.

Muy seguido veo que las personas se "hidratan" con bebidas azucaradas comerciales.

No quietre decir que sean malas pero hay mejores opciones.

Te compartimos algunas recomendaciones: